La superficie, después de haber sido aplicada en primera mano, queda con aspecto mate-satinada, en función de si es muy porosa o poco porosa. En la segunda mano aplicada tiene más brillo pudiendo quedar con efecto mojado y aspecto de limpio.

Y recuerda, estás sellando e hidrofugando la superficie, protegiéndola de agentes atmosféricos, mohos, manchas y humedades.